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Llevo 25 años ligado al mundo de los despachos profesionales. He sido Gerente del Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Baleares durante casi 20 años, Corporación integrada en el Consejo General de Economistas de España. He desarrollado parte de mi vida profesional posterior en Italia y mi actualmente soy Director de Cartera en Confialia, asesores de empresa. Todo ello, han permitido tener una visión panorámica de cómo son los despachos profesionales en Baleares, pero también éstos con respecto al resto de España y como consecuencia también poder compararlos con la realidad concreta italiana: Los despachos deben evolucionar y aunar esfuerzos, es el futuro. En Confialia, hemos creado un modelo y no nos da miedo  compartirlo. Estamos convencidos de que juntos conseguiremos mejores objetivos. Si al acabar de leer este pequeño artículo, he llamado tu atención, estoy a tu disposición para diseñar juntos el futuro de nuestros despachos.

Una de las mejores conclusiones que he sacado de todo este recorrido profesional es que el similar es un aliado, no una competencia.

 

Si miramos hacia atrás, veremos el enorme cambio vivido en este tipo de estructuras.

Ha cambiado prácticamente todo y lo que es más significativo, sigue haciéndolo y cada vez de manera más intensa:

  • La informatización de la mayoría de procesos
  • La llegada a Baleares de las grandes multinacionales del ámbito del asesoramiento empresarial
  • La multitud de despachos de países representantes de las grandes economías europeas que abren delegaciones en España y cómo no, en Baleares
  • Las constantes alianzas de marca

Nos presentan un panorama que nada tiene que ver con el de hace 25 años, ni con el de hace 10 años y poco tendrá que ver el actual con el de que tendremos dentro de 5.

Pero ¿quiere decir todo esto que estamos ante un sector totalmente saneado y preparado para absorber todo lo que está por llegar?

Si somos autocríticos y sinceros con nosotros mismos, la respuesta es que no. Está de moda el coaching en este ámbito. Recibimos una enorme cantidad de estímulos dirigidos a introducir técnicas de comercialización, marketing o de gestión. Abundan cada vez más las asociaciones profesionales de despachos que pretenden el desarrollo, la innovación y la visibilidad del colectivo profesional al que representan, pero no nos engañemos: El cambio necesario es mucho más profundo.

No basta con pertenecer a una asociación. No es suficiente con tener contratado alguien que nos gestione la redes sociales. Pagar para que nos hagan un plan de desarrollo y marketing si no somos capaces de ejecutarlo tampoco es el camino.

Debemos cambiar la esencia de los despachos profesionales y aplicar aquellas recetas que en muchas ocasiones damos a otros empresarios. Digo “otros empresarios” conscientemente. Es imprescindible entender la gestión de los despachos profesionales como empresa de servicios. Profesionalizar esa gestión, crear alianzas estratégicas, empoderar al profesional y vender valor añadido es el camino. Poco recorrido le queda a la gestión y mucho a la atención personalizada, al análisis de los datos.

 

El cliente de hoy no es el mismo del de hace 25 años.

El nivel de formación, la capacidad de búsqueda de información y de contraste objetivo hacen del cliente actual alguien mucho más exigente. Es un cliente que pretende mucho más que una gestión cada vez más automatizada, por lo tanto, más a su alcance. El cliente de hoy necesita análisis, atención personalizada. Es igual si hablamos del cliente de una asesoría de empresa, de un despacho de abogados o de un despacho de arquitectos. También es indiferente si hablamos de un cliente de cuota básica o premium. Se acabaron aquellos tiempos en los que el cliente acudía al profesional como el enfermo que acudía al médico y se ponía en sus manos. Ahora el cliente sabe muy bien lo que quiere. El cliente contrasta, compara, exige, analiza, propone, innova…

Por otra parte, los escenarios económicos cambian de manera vertiginosa al igual que la normativa y a los despachos profesionales  no les queda otra que seguir ese ritmo o morir.

Los despachos deben evolucionar y aunar esfuerzos.

La mejora del acceso a la formación universitaria de prácticamente todas las capas de la sociedad ha contribuido también a que la competencia entre los profesionales sea mucho más agresiva Seguimos en eso, en creer que la competencia son nuestros similares cuando, a mi modo de ver, la competencia es la innovación tecnológica, la propia Administración y las grandes multinacionales del asesoramiento. Es ahí donde está nuestra verdadera amenaza.

Mi similar es mi aliado, no mi competencia

Tenemos que entender que debemos evolucionar, aunar esfuerzos para empoderar al profesional y no en su singularidad. Eso sólo lo podemos conseguir profesionalizando la gestión de los despachos, de esas empresas que necesitan atención diaria y que tienen, como todas, problemas de estructura, organización, de recursos humanos, etc. Despachos, empresas, que están destinadas sí o sí a fusionarse con otras como estrategia básica para fortalecerse y sobretodo, para liberar capacidades que permitan ofrecer mayor valor añadido y competir con garantías de éxito. Los despachos deben evolucionar y aunar esfuerzos.

¿Eres similar? creemos alianzas, no compitamos: Los despachos deben evolucionar y aunar esfuerzos.

Contacta con nosotros y te explicaremos en qué consiste nuestra propuesta de futuro. En Confialia, asesores de empresa no nos da miedo a compatir. Sabemos que es el camino del éxito.